lunes, 17 de febrero de 2014

En este instante

Por: Damián Gallardo Martínez, Nov/2013

“Este mi rostro de sombra
Donde la luz me está naciendo
No lo niego
Animal sucio del fondo
Despacio a la superficie vino inmundo
Pero no ciego
Rozo el vitral que me asombra
Abro el plomo y voy ardiendo
En este abismo”
Este mi rostro

José Saramago


Habitante salvaje en la geometría de las sombras, me han brotado flores del mal en cada mañana, iluminan rabiosas los simétricos días, calcinan mi hastío, devuelven al polvo lo que es del polvo, al aire lo que es del aire; la palabra mansa vuelta escupitajo de fuego infecta la herida, hongo alucinógeno nacido de la podredumbre, hoy lucha por ser ave y volar al cielo.

Tengo vocación de parábola profana, soñador maldito, prófugo del tiempo, asesino en serie de calendarios y agendas, adicto buscador de poemas escondidos en las grietas de los muros y en las huellas de las hormigas, sobreviviente inesperado de la desesperanza, cazador inexperto de quimeras y arpías, trotamundo varado en la oquedad del tiempo.

No soporto despertar en mi piel blanquecina, palidecida de días, enmohecida de horas, encapsulado como oruga en capullo, sostenido agonizante en los gélidos dientes de enero.
Me niego a la vida o a la muerte en esta isla de hombres solos, asumo la rebeldía primera como único gesto con vigencia histórica, la ira temprana como la dignidad más pura, la travesura de niño como la transgresión más justa; el papalote al que ayer solté amarras, aun me espera suspendido allá afuera, beso furtivo, palabra prohibida, intermitente luciérnaga que flota… “quien ha visto la esperanza, no la olvida”.

El amanecer ya no está por Levante; confinado en las venas, adherido a los ojos le traigo como lágrima seca, luz salobre que me punza las alas, enciende mis ansias de respirar el aire nuevo de los días oxidados.

Hoy me declaro libre de la libertad gangrenada, tan mercantil, tan barata; me declaro prisionero de la luz desamparada, flecha envenenada con mil preguntas a Dios que me hiere al costado, hoy me confieso libre y preso a un tiempo, completo e incompleto en este instante… pequeño, diminuto… soy yo mismo, hoy… sumergido en el ahora infinito.

Carta: 8 de diciembre, 2013.

A los compañeros de las ONG´S,
A los compañeros de la sección XXII,
A mis paisanos, familiares y amigos,
A la ciudadanía concurrente,
A las personas de buena voluntad presentes,
Hermanas, hermanos todos
:


Antes que todo, antes que nada, reciban todas y todos mis saludos y agradecimientos sinceros, fraternos, por prestar oídos, corazón, voz, pies y manos en esta actividad.

Desde la distancia y la prisión yo me pregunto ¿qué nos congrega aquí? Además de la obvia exposición de mis garabatos y dibujos, hijos del cautiverio y la esperanza más que de arte… ¿qué es lo que nos reúne? busco y como respuesta encuentro más interrogantes: ¿nos reúne la soledad o la comunión? ¿nos reúne la justicia o la injusticia? ¿nos reúne el amor o el dolor? ¿nos reúne la búsqueda o la certeza?

Tal vez nos reúne todas las contradicciones juntas, las individuales y las colectivas, las de momento y las históricas, pienso de esta manera porque independientemente de cada uno de nosotros transite por la dialéctica de su propia soledad, hoy… en este justo momento, la estamos negando, superando, al dejar de ensimismarnos y atrevernos a vernos en el otro, el otro que soy yo “Damián” pero que también soy “Lauro”, “Mario”, “Sara”, “Alejandra”, “Enrique”, “Diego”, “Alejandro”, “David”, “Alberto”, “Leonel”, “José” de otros días, de otros tiempos, presos injustamente, ya sea por motivos políticos y de conciencia o por el simple hecho de ser pobres o indígenas (“que no es lo mismo, pero es igual”) y no tener los medios para poder comprar la libertad. Al vernos hoy en los ojos del otro rompemos con nuestra soledad y hacemos comunión, por ello la soledad y la comunión se complementan aquí, en este modesto y pequeño acto. Resulta una afortunada coincidencia que en nuestra lengua Ayuujk, mirar se diga: “ex” (esh) y que la misma expresión la empleemos para designar espejo “ex”, hoy miramos, nos miramos, todos somos espejos del otro que nos mira, es el descubrimiento de nosotros mismos, en nuestra fortaleza y flaqueza, en nuestra vocación de hormiga, abeja y jaguar.

Pero también nos reúne la “justicia” como invocación, como razón perpetua, como aspiración y deseo profundo, como eco que repetimos porque nos llega de voces antiguas, no solo como palabra gritada, sino como luz tardía; la negativa de ésta, vuelta oscuridad, vuelta injusticia, hoy atiza nuestra vergüenza y nos aglutina aquí; esa misma razón aglutina a cada uno, a cada quien es sus espacios de lucha, en sus barricadas, diferentes, múltiples, pero en la misma orilla, nos tiene aquí, el reclamo de justicia y nuestra vergüenza ante la negativa de ella.

El amor también nos empuja, motor genuino; es el amor aplicable, practicable, el más humano de los sentimientos nos tiene aquí, el amor a una causa, al prójimo, al compañero, al hermano, al hijo, al padre, al amigo, al pueblo; en este sistema deshumanizador, el amor ha resultado ser más subversivo que “el análisis concreto de la realidad concreta”, por eso aquí, con nuestro amor a cuestas, desordenamos y trasgredimos el mundo de fantasía que nos imponen los poderosos en sus medios masivos (prensa, radio y televisión); resulta cierto lo que en alguna ocasión dijera Octavio Paz al citar a Karl Marx [“en las aguas heladas del cálculo egoísta”. Eso es la sociedad. Por eso el amor y la poesía son marginales”]; así como la esperanza tiende a ser revolucionaria, el amor lo será siempre subversivo y motivo de persecución, castigo y escándalo de quienes pretenden perpetuar la violencia y desgracia contra el pueblo, contra los de abajo que somos; nos reúne aquí el amor, así como el rechazo al dolor que nos ocasionan los de arriba con su ceguera intencionada, su soberbia mal disimulada, su sordera a conveniencia, su ambición y egoísmo criminales, su mentira bien elaborada y el desprecio como “sello de clase” con que miran las demandas y luchas populares; ya no hay izquierdas ni derechas en el mapa, simplemente los de arriba.

Hay en todos nosotros una búsqueda constante, somos críticos, almas inquietas; recién abrimos los ojos y el mundo penetró por ellos, paulatinamente le fuimos triturando con la mirada, moliendo, masticando, deshaciendo y nos nacieron las dudas inconmensurables como: ¿Qué es lo que le da sentido a nuestra existencia a la tierra? ¿Por qué muchos tienen nada y pocos tienen todo? ¿Por qué las manos que crearon riqueza no disfrutan de ella? ¿Por qué el despojo? ¿Por qué siempre pierde el débil y gana el malo? La búsqueda de respuestas nos trae aquí y nos lleva a otros lados; la respuesta única, solida, infalible tal vez no exista, tal vez la respuesta la tengamos todos y la tenga nadie, tal vez todo sea cuestión de enseñarnos a complementar nuestros tanteos del mundo; tal vez la única certeza que existe es la búsqueda, porque en ella está el movimiento con el que construimos nuestros tanteos del mundo; tal vez la única certeza que existe en la búsqueda, porque en ella está el movimiento con el que construimos nuestro camino a la utopía, compleja, dispersa, diversa; igual que un paso, la búsqueda nos da la posibilidad de avanzar; aquí estamos mirándonos, escuchándonos y caminando vamos sin movernos, yo solo soy un caminante más.

Compañeras, compañeros quiero agradecer a todos su atención, su asistencia, su colaboración y solidaridad con la causa de mi libertad; sabedores ya de que “arrieros somos y en el camino andamos” les refrendo mi amor y gratitud y a modo de despedida en esta ocasión lo hago con un fragmento del maestro Jaime Sabines que dice así.

“No quiero convencer a nadie de nada. Tratar de convencer a otra persona es indecoroso, es atentar contra su libertad de pensar o de creer o de hacer lo que le dé la gana. Yo quiero solo enseñar, dar a conocer, mostrar, no demostrar. Que cada uno llegue a la verdad por sus propios pasos, y que nadie le llame equivocado o limitado (¿quién es quién para decir que “esto no es así”, si la historia de la humanidad no es más que una historia de contradicciones y de tanteos y de búsquedas?)”… hasta pronto compañeros.

¡Presos políticos, libertad!/ ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!/ ¡Desaparecidos presentación!/ ¡Unidad, en la lucha popular!/ ¡lucha honesta y combativa, esa es la alternativa!
Atentamente

Damián Gallardo Martínez
Preso político y de conciencia
Expediente No. 3401

CEFERESO N° 2, El Salto, Jalisco, diciembre 8 del 2013, México.

Nota: Esta carta se escribió para el evento "Canto por la Libertad de Damián Gallardo" realizado el 15 de diciembre.

Colores


Soy un caso perdido


jueves, 13 de febrero de 2014

Obtendría Damián Gallardo auto de libertad: abogado

Las alas del ícaro


Me niego a la vida o a la muerte en esta isla de hombres solos, asumo la rebeldía primera como único gesto con vigencia histórica, la ira temprana como la dignidad más pura, la travesura de niño como la transgresión más justa; el papalote al que ayer solté amarras, aun me espera suspendido allá afuera, beso furtivo, palabra prohibida, intermitente luciérnaga que flota… “quien ha visto la esperanza, no la olvida”... Damián Gallardo Martínez